Brose, el cuarto proveedor de automóviles de propiedad familiar más grande del mundo, ha invertido casi 2 millones de libras esterlinas en la introducción de vehículos guiados automáticamente en los últimos dos años y la empresa ya está cosechando los beneficios.

Se espera que los AGV, que viajan a una velocidad de un metro por segundo, recorran 67.000 kilómetros al año, el equivalente a dar la vuelta a la Tierra 1,5 veces. Por lo general, se utilizan cuando se requieren grandes volúmenes de movimiento repetitivo de material y donde se necesita poca o ninguna toma de decisiones humanas.